Después del año más caótico que podamos recordar llega el tan ansiado 2021. Este año nuevo es quizás uno de los más esperados por lo que el cambio representa, por querer dejar atrás y borrar de un plumazo esta pandemia que nos ha cambiado la vida.
No obstante, y sin ánimo de ser la nota discordante, en 2021 no borres, consolida. 2020 debería permanecer en nuestra retina, cabeza y forma de hacer de forma permanente, puesto que de lo contrarío nada de esto habrá servido para nada.
Pensar que vamos a dejar todo atrás cambiando de dígito no es más que generarnos falsas expectativas que pueden hacernos entrar de nuevo en sentimientos de desesperanza, sensación de pérdida de control y ansiedad. 2020 ha sido el año más duro que podamos recordar y no simplemente por el hecho de que un virus ponga en jaque nuestra salud, sino por la cantidad de vidas que hemos perdido durante estos meses y por dejarnos una situación laboral y económica más que preocupante. Cierto, un año que deberíamos querer dejar en el olvido más absoluto, pero ese es el error, porque si lo olvidamos y no aprendemos, el precio tan alto que hemos pagado habrá sido en vano.
Por nosotros mismos, por todas las personas que por desgracia no están y por todos aquellos que han llegado en este año debemos consolidar lo aprendido.
Hemos demostrado una resiliencia que pocos conocíamos tener, hemos aprendido a sustituir abrazos por otras formas de mantenernos conectados, hemos conocido por fin a nuestros vecinos, hemos tenido más tiempo que nunca y hemos dado un respiro importante al planeta. Es momento ahora de hacer balance, recapitular, repasar, aprender y reaprender, de consolidar estos nuevos patrones de comportamiento y convertirlos en los hábitos que nos han de acompañar de ahora en adelante, porque solo así podremos vivir de nuevo.
La consolidación de nuevos hábitos y patrones nos dotan de herramientas con las que lidiar y superar los retos y nuevos problemas que se nos planteen, nos ayuda a sobrellevar mejor la situación y a incrementar nuestro capital psicológico, o aquellas capacidades que nos ayudan a hacer frente a las situaciones adversas de forma más óptima y con más seguridad de salir positivamente de ellas.
Hemos superado un confinamiento, podremos hacerlo de nuevo si es el caso, o cualquier otra barrera que se nos ponga por delante.
Por todo esto solamente pido dos cosas para este año:
1. No borrar nada de lo aprendido, consolidarlo.
2. Que recordemos lo mucho que hemos odiado estar solos y echemos una mano a todos aquellos pequeños y medianos comercios, empresarios, emprendedores, autónomos y les echemos un cable. Ahora más que nunca es importante la unidad y el sentimiento de comunidad y familia extendida.
Por un 2021 lleno de salud y trabajo para todos. El resto ya vendrá.
Abrazos