¿De vuelta de esas las vacaciones? No duermes bien, te sientes cansado y no te concentras ni poniendo toda la voluntad de la que eres capaz, estás irritable y tu estado de ánimo es más bajo de lo habitual. No te preocupes, posiblemente estás dentro de ese 65% de la población que sufre síndrome post vacacional.
Este síndrome puede aparecer al volver de unas vacaciones en las que hemos conseguido desconectar completamente de nuestra rutina y obligaciones y que, además, ha supuesto cambios de horarios, de alimentación, horas de sueño y entorno. La buena noticia es que todos estos síntomas pueden mejorar o desaparecer con una serie de pautas.
Como Chief Happiness Officer, o responsable de la felicidad, me toca trabajar para que todos los miembros de habitissimo puedan dar lo mejor de sí mismos y garantizar que juntos formamos un equipo de alto rendimiento. Mi compañera Ingrid me sugirió que preparase un decálogo que pudiese ayudar a hacer más llevadera la vuelta así que además de esperar a mis compañeros con los brazos abiertos hemos querido elaborar esta lista para superar septiembre con éxito:
- “A quien madruga… no amanece más temprano”. Es fundamental una buena higiene del sueño, respetar las 8 horas de sueño y entrenar un poco antes de la vuelta. Si, lo sabemos, es muy difícil no sucumbir a las terrazas y los mojitos pero en este caso el hábito sí hace al monje.
- “Vuelve a casa, vuelve”. En la medida de lo posible es interesante regresar de las vacaciones unos días antes e ir recuperando rutinas. Sí, todos queremos estar bajo ese cocotero maravilloso apurando hasta el último minuto pero el choque de trenes que puedes sufrir al pasar del sol del Mediterráneo a la luz del flexo quizás es demasiado. Los seres humanos somos bichitos de costumbres, la vuelta a la realidad en pequeñas dosis.
- “Año nuevo, vida nueva”. Si, lo sé, estamos en pleno mes de septiembre pero el año escolar también es año. Proponerse algún reto, nuevos proyectos o centrarte en alguno de tus hobbies te devolverá esa chispita de ilusión que todos necesitamos.
- “Be water my friend”. No pretendas batir el récord olímpico en respuesta de emails o finalización de tareas. Seamos realistas, encontrarás miles de cosas por hacer y no debes obsesionarte con dejar limpia la bandeja de entrada el primer día. Prioriza, analiza, ábrete al cambio y actúa, fluye.
- “Son mis amigos, en la calle pasamos las horas”. Ya lo decía Amaral y con toda la razón. Aprovecha las redes de apoyo que tengas en la oficina, esos compañeros más majos que las pesetas (o céntimos de euro) con quien compartir risas, llantos, meriendas y descansos. ¿No te convence? Entonces siempre nos quedará el “mal de mucho consuelo de estamos-todos-igual-de-tristes-pensando-en-ese-cocotero-que-me-hizo-tan-feliz”
- “De lo que se come se cría”. La alimentación será fundamental en este proceso de reencuentro con nosotros mismos y es que mimarse desde el estómago no solo nos ayudará a recuperar la forma después de esas cañas de más sino que nos hará falta para que el cerebro funcione de manera óptima. Bien de omega 3 para el cuerpuqui y una buena dosis de vitaminas. A tope con las frutas y verduras, cereales, frutos secos, legumbres y pescado. Ah! y chocolate negro que nos ayudará con las funciones cognitivas (sí, tocará sacrificarse).
- “Chananaaaaa chana naaaaa” (canción de Rocky). Deja que los acordes de esta gran banda sonora te embriaguen y entrégate a la práctica deportiva. Si, da pereza, pero realizar deporte será uno de tus mejores aliados para combatir el estrés y proteger tus neuronas aumentando la producción de proteína BDNF, y quién no quiere más BDNF para mejorar su memoria, la capacidad de aprendizaje y la generación de nuevas neuronas. Además generarás endorfinas y eso te hará feliz.
- “Si tu me dices ven”. Escucha tu llamada interior y organiza tu tiempo para poder dedicarte un rato del día a ti mismo. Garantizate tu momento diario para dedicarlo a aquella actividad que más te guste y a desconectar.
- “No hay dos sin tres”. Llegarán otras vacaciones, ahí están en el horizonte, así que no te centres en la nostalgia ni en que “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Acepta que ha llegado el momento de volver y que con una sonrisa todo es mejor.
- “Pelillos a la mar”. Sobre todo ten en cuenta que es normal sentirse así, no le des más importancia de la que toca. Tolera este tipo de emociones y sentimientos y sigue los 9 consejos anteriores. Eso sí, si persisten más de 15 días consulta con un especialista.
Feliz vuelta al trabajo a todos.
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